Con el objetivo de evitar la expansión del mosquito tigre, uno de los principales portadores del virus del Zika, la Universidad Complutense, junto a otras instituciones, ha empezado a colocar trampas en unos 200 puntos de la Comunidad de Madrid. El proyecto, coordinado por la Consejería de Sanidad, pretende vigilar así la entrada de este insecto procedente del Mediterráneo.
El gusano comehuesos Osedax solo se había encontrado hasta ahora en aguas más frías y profundas. En un nuevo estudio, un equipo de científicos, liderado por la Universidad de Barcelona, revela el hallazgo de una nueva especie –que aún no tiene nombre– en aguas de Blanes (Cataluña), lo que demuestra por primera vez la presencia de este tipo de organismo marino en el mar Mediterráneo y su adaptación a latitudes templadas.
Una colaboración internacional entre científicos, entre los que se encuentra el Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía, ha permitido la descripción de una nueva especie íctica perteneciente a la familia de los gobios, que ha sido bautizada como Speleogobius llorisi, en honor al ictiólogo Domingo Lloris.
El aumento de la temperatura media global provocado por el cambio climático hará que zonas como la cuenca mediterránea se vuelvan más secas y áridas, lo que afectará de manera directa a la disponibilidad de agua. Un estudio revela que antes de 2100 el caudal de ríos en esta área disminuirá de media hasta un 34% en cabeceras, una cifra que alcanzará el 50% en otoño.
Investigadores de los centros oceanográficos de Baleares, Murcia y Málaga, del Instituto Español de Oceanografía y de la Universitat de les Illes Balears, han publicado un estudio en el que analizan la diversidad, abundancia y parámetros biológicos de las comunidades de quimeras, rayas y tiburones del Mediterráneo occidental, un grupo de peces altamente vulnerables al impacto de la pesca.
Efectos de la actividad económica en el Mediterráneo. /Efe
Después de estudiar cinco especies dominantes de 306 puntos repartidos en nueve áreas montañosas del Mediterráneo, un equipo de científicos propone que este patrón de comportamiento podría contrarrestar en parte el efecto negativo que provoca el calentamiento global. Los resultados del estudio sugieren que, para hacer frente al cambio climático, las poblaciones de árboles inician un proceso de estabilización de la demografía en las primeras etapas del crecimiento: los nuevos disminuyen pero los que ya están establecidos crecen más.
Medclic, programa fruto del acuerdo de colaboración entre la Obra Social “la Caixa” y el Sistema de Observación y Predicción de las Islas Baleares, tiene como objetivos principales investigar el Mediterráneo occidental y divulgar las ciencias marinas y la oceanografía del siglo XXI. Se trata de una web adaptada al público general, con un especial interés en la comunidad educativa, que permite conocer las nuevas tecnologías de observación marina y costera y monitorizar el Mediterráneo en tiempo real.
El intercambio de aguas entre el Atlántico y el Mediterráneo se interrumpió o, al menos, disminuyó sensiblemente hace algo menos de seis millones de años. Como consecuencia, en las costas mediterráneas se formaron grandes sedimentos de yeso por precipitación o incluso por la desecación total del mar, según algunas teorías. Ahora, una investigación de la Universidad de Salamanca revela que la acumulación de yeso también ocurrió en aguas profundas de alta mar, algo que no se creía posible.
Hace entre 7,5 y 12 millones de años, la cuenca del río Ebro, en el noreste de la península ibérica, comenzó a acumular sedimento hasta el punto de alcanzar entre 500 y 750 metros por encima del nivel del mar. Desde entonces, se ha erosionado de media un milímetro cada década en su descenso hacia el Mediterráneo y ha ido elevándose hasta 630 metros en el centro.