A lo largo de la historia a las mujeres se les han sobrediagnosticado dolencias y síndromes ya descartados, principalmente psiquiátricos, desde la histeria a la ninfomanía. Este retrato distorsionado, que vivió una edad de oro en el siglo XIX, se ha cuestionado en las últimas décadas por la comunidad investigadora.
Estos galardones concedidos por el Ministerio de Ciencia e Innovación son el reconocimiento más importante de España en el ámbito de la investigación científica.
El premio Nobel de Medicina y Fisiología de este año ha recaído en David Julius y Ardem Patapoutian. Sus “descubrimientos de los receptores de la temperatura y el tacto” les han hecho merecedores del galardón que otorga la Academia Sueca.
Las cuarentenas escolares y las tareas domésticas están suponiendo una pesada losa, en especial, para las mujeres. La médica Carme Valls, autora del libro Mujeres invisibles para la medicina, alerta de los riesgos que esta sobrecarga está teniendo en su salud mental, ya maltrecha en un mundo sexista. La experta pide que se escuche a las mujeres y que se incluya la visión de género en la práctica médica y en toda investigación.
En el mundo hay 71 millones de personas con infección crónica por el virus de la hepatitis C, según la Organización Mundial de la Salud. Hoy, Harvey J. Alter, Michael Houghton y Charles M. Rice, han obtenido el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2020 por su descubrimiento.
Al comienzo de la pandemia, los profesionales sanitarios trabajaron de forma intuitiva. Aunque ahora ya disponen de PCR y serología en atención primaria, quedan muchas lecciones por aprender. La especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del Departamento de La Fe en Valencia subraya que es necesario transformar la primera línea asistencial del país, no solo para esta crisis.
Además de muerte y devastación, las crisis sanitarias dejan huellas culturales. Muchas de las miles de pandemias que han ocurrido a lo largo de la historia humana derrumbaron imperios y barrieron sistemas económicos, pero también trajeron grandes avances científicos y tecnológicos, e instalaron hábitos y prácticas cuyos orígenes hemos olvidado.
Las primeras universitarias estudiaron aprovechando un vacío legal de la segunda mitad del siglo XIX. Una de ellas fue Dolors Aleu, la primera en España que ejerció la medicina durante más de 25 años. También fue pionera en doctorarse, y lo hizo con un trabajo sobre los inconvenientes del corsé, una prenda que oprimía el tórax, dificultaba la circulación y causaba desmayos.