Ni el mamut lanudo ni el resto de fauna de climas fríos presente en Europa durante el Pleistoceno se asentaron de forma permanente en la Península Ibérica, donde tuvieron que vivir en condiciones ecológicas diferentes a las del resto del continente y compartir hábitat con animales de climas templados.
Los mamuts que vivieron en lo que hoy es Andalucía eran más similares a los individuos de hábitats más norteños de lo que se esperaba. Es una de las conclusiones del estudio que firma Diego Álvarez Lao, paleontólogo e investigador de la Universidad de Oviedo que ha analizado los restos de mamut lanudo hallados en Padul (Granada).
Dientes de mamut del yacimiento de Hot Springs (Dakota del Sur, EE UU). El estudio de los molares sirve para determinar la edad del mamut.