Un estudio internacional, en el que se han utilizado observaciones del Gran Telescopio Canarias, ha identificado una burbuja de plasma como el origen de la emisión persistente observada en algunas de las llamadas ráfagas rápidas de radio (FRB), uno de los eventos cósmicos más energéticos y desconocidos del universo.
La misión Integral de la ESA ha detectado una explosión de rayos gamma procedente de la galaxia M82 y, con la ayuda de otros telescopios espaciales y terrestres, se ha confirmado su origen: el estallido de una joven estrella de neutrones con un campo magnético excepcionalmente intenso.
Los magnetares son los imanes más potentes del universo, pero no se sabe exactamente cómo se forman. Ahora, las observaciones y los modelos de evolución estelar de una estrella masiva rica en helio indican que producirá un magnetar cuando explote como supernova, según un nuevo estudio.
Las ondas de radio emitidas, las más largas jamás detectadas, apuntan a que podría tratarse de un magnetar o de una estrella enana blanca. El estudio ha sido realizado por un equipo internacional en el que han participado investigadores del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC.
Astrónomos australianos han localizado en nuestro vecindario galáctico lo que podría ser el primer magnetar de periodo ultralargo, un tipo de pulsar que expulsa gigantescas ráfagas de energía a un ritmo de tres veces por hora. También existe la posibilidad de que sea una enana blanca con un campo magnético ultrapotente, en cualquier caso un tipo de objeto nunca visto.
Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC) han logrado medir una colosal erupción producida por un magnetar, tan potente que en menos de un segundo liberó tanta energía como la del Sol en 100.000 años. El trabajo permitirá comprender mejor como se generan estas llamaradas magnéticas gigantes.
Desde que se descubrieron en 2007, los astrofísicos buscan la fuente de unas potentes explosiones de radio cósmicas llamadas FRB que duran tan solo unos milisegundos. Ahora tres estudios independientes confirman que una señal de este tipo observada dentro de la Vía Láctea procede del magnetar SGR 1935 + 2154, una estrella de neutrones con un potentísimo campo magnético situada a 30.000 años luz.
Astrofísicos españoles e italianos han encontrado un púlsar que, como si fuera un faro, emite rayos X cada 6,4 horas, lo que le convierte en el de rotación más lenta detectado hasta ahora. Los púlsares son estrellas de neutrones que emiten radiación periódica y este es del tipo magnetar, por el potente campo magnético que hay a su alrededor, dentro de una supernova situada a 9.000 años luz de la Tierra.
Ilustración de la supernova superluminosa ASASSN-15lh vista desde un exoplaneta situado a unos 10.000 años luz de distancia en su galaxia anfitriona. / Beijing Planetarium/Jin Ma
La explosión estelar o supernova ASASSN-15lh, que estalló a 3.800 millones de años luz de la Tierra, ha pulverizado el récord de luminosidad observado hasta ahora en este tipo de objetos. Durante su pico de intensidad llegó a brillar 570.000 millones de veces más que el Sol. Se desconoce qué misteriosa fuente de energía es capaz de desencadenar una explosión tan colosal.