Visualizar objetos tan diminutos como una espora; observar el patrón diana con el que las abejas se guían en busca de polen o ver un nuevo mundo de colores inquietantes bajo la luz infrarroja son solo algunas de las hazañas que ya ha logrado Luis Monje (Guadalajara, 1959). Este fotógrafo científico y maestro de nuevas generaciones lleva casi 30 años de dedicación a su auténtica pasión: retratar lo que el ojo humano jamás percibiría.