El CERN, el Laboratorio Europeo de Física de Partículas, ha iniciado esta semana los trabajos de ingeniería civil del LHC de alta luminosidad, una gran mejora del mayor acelerador de partículas del mundo que permitirá obtener más colisiones y datos a partir de 2026. Varios centros y grupos de investigación españoles participan en este gran proyecto.
Un artículo, publicado en Ecology and Evolution, sugiere que las aves de la selva amazónica –donde la luminosidad varía mucho de una zona a otra– tienen los ojos más grandes para adaptarse a una menor cantidad de luz. Sin embargo, los investigadores demuestran que a pesar de este beneficio biológico existen también costos a esta adaptación, como daños oculares por el exceso de luz.
El mayor acelerador de partículas del mundo registra 70 billones de colisiones en lo que va de año, abriendo la puerta al descubrimiento de “nueva física”. Que haya logrado este hito en tres meses de funcionamiento revela su magnífico funcionamiento, según los científicos del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN). Los resultados se presentarán en congresos científicos este verano.
Los técnicos del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), cerca de la ciudad suiza de Ginebra, han logrado colisionar haces de partículas con una intensidad superior a la establecida hasta ahora por el laboratorio Fermilab de EE UU. El logro facilita la búsqueda del escurridizo bosón de Higgs, cuya existencia o no se afanan en confirmar los físicos.
El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) alcanzó el pasado 14 de octubre una luminosidad de 1032, alcanzando así el objetivo marcado para 2010 durante su periodo de funcionamiento con colisiones protón-protón. La luminosidad es la medida del número de partículas por centímetro cuadrado por segundo generada en el choque de haces de partículas en un experimento de este tipo.