Un estudio sobre biodiversidad marina ha identificado 73 especies de estos moluscos gasterópodos en la costa de la ciudad condal, un entorno fuertemente antropizado por la metrópoli.
Las marismas atenúan la energía de las olas y actúan como barreras naturales contra los fenómenos climáticos de alta energía. Por esa razón, la restauración de marismas actualmente ocupadas puede ser una estrategia de adaptación rentable para contrarrestar los efectos del aumento del nivel del mar. Esta es una de las conclusiones de una investigación liderada por la Universidad del País Vasco, que establece en menos de 10 años el tiempo que varias marismas del Cantábrico oriental tardaron en regenerarse.
La conquista española del Perú, que comenzó en 1532, cambió el ecosistema litoral del noroeste de este país. Antes de esa fecha, las dunas estaban llenas de conchas desechadas por los habitantes locales, que ayudaron a estabilizar los montículos. Tras la llegada de los colonizadores, los nativos se desplazaron al interior y la forma de la costa cambió.
Investigadores del centro IH Cantabria analizan constantemente los datos aportados por dos boyas marinas que operan en esta comunidad. Los resultados tomados hasta ahora reflejan que la frecuencia de temporales que estamos sufriendo en los últimos meses es muy poco habitual.
Ejemplo de representación cartográfica de los peligros asociados a la dinámica litoral en un tramo del litoral murciano. / IGME
En 2008 un violento temporal afectó a buena parte de las costas del norte de Cataluña, provocando grandes daños económicos y humanos. Un artículo de la Universidad de Barcelona afirma que el fenómeno tuvo al mismo tiempo un efecto beneficioso a grandes profundidades, ya que provocó una inyección masiva de carbono orgánico de origen marino a través de los cañones submarinos.
Estudiar la topografía submarina y los procesos dinámicos de los fondos marinos del margen continental del litoral catalán, en especial de los cañones submarinos del cabo de Creus, Palamós y Blanes, será la primera misión científica del vehículo submarino no tripulado de gran profundidad, el Liropus 2000 del Instituto Español de Oceanografía (IEO). El proyecto se enmarca en la campaña oceanográfica Promares - Oasis del Mar, que dirigirá el catedrático Miquel Canals, jefe del grupo de investigación consolidado (GIC) Geociencias Marinas de la UB, a bordo del buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El Auditorio Santa Margarita de Venecia reúne, del 12 al 14 de abril de 2010, a más de 60 investigadores del proyecto PEGASO, de 15 países y de diferentes disciplinas, que unen esfuerzos para trabajar de manera integrada en el estudio de las zonas costeras, creando un puente entre ciencia y toma de decisión. Una parte importante del proyecto PEGASO consiste en organizar los datos científicos existentes para la creación de una plataforma de datos harmonizados y compartidos.