Antonio Trescastro
Antonio Trescastro, técnico de mantenimiento en la Estación Experimental del Zaidín
“Si es posible liofilizar un corazón de cerdo, ¿por qué no uno humano?”
5 marzo 2015 9:17
Cultura Científica CSIC

Con una bombona de butano y un viejo aire acondicionado, Antonio Trescastro construyó su primera liofilizadora. Eso fue hace 18 años. Hoy este autodidacta compagina su trabajo de técnico de mantenimiento del CSIC en la Estación Experimental del Zaidín en Granada con la divulgación de la ciencia, y dedica su tiempo libre a mejorar su museo, único en el mundo, de setas liofilizadas gracias a una técnica de deshidratación por frío. También ha desecado frutas y verduras, insectos, crustáceos e incluso el corazón de un cerdo.