Investigadores del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica, del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, y del Centro de Investigación Biomédica en Red, del Instituto de Salud Carlos III, han demostrado la importancia de la dieta mediterránea en el desarrollo de bacterias intestinales que reducen el riesgo de padecer obesidad. Este modelo de alimentación aumenta la población de microorganismos beneficiosos que previenen la aparición de alteraciones derivadas del sobrepeso, en especial, la diabetes y enfermedades cardiovasculares.