En enero, el Parlament decidió reivindicar a las mujeres ejecutadas por brujería en los albores de la modernidad, cuando el Viejo Continente sucumbió a la creencia en una conjura satánica. ¿Cómo pudo suceder? Interpretaciones feministas, sociológicas, religiosas y antropológicas tratan de entender aquel frenesí de persecuciones.
"Tras la orden de expulsión en 1609, miles de moriscos se quedaron en España". Esta es la conclusión de un estudio internacional que ha analizado varios archivos para confirmar que a pesar de que a finales del siglo XVIII el Santo Oficio continuara su persecución, decenas de linajes musulmanes se ocultaron en el reino de Granada, como comerciantes de seda, médicos, boticarios, abogados, notarios y clérigos.
En noviembre se cumplirán 400 años del Auto de Fe que la Inquisición celebró en Logroño, casi el mismo tiempo que ha transcurrido para las páginas del libro que reposa en la biblioteca de la Universidad Pública de Navarra, el único ejemplar impreso en 1611 en Burgos del que se tiene noticia. En él se da cuenta del proceso por el que 53 personas fueron acusadas de brujería. Cuarenta procedían de la zona de Zugarramurdi, de las cuales once fueron condenadas a morir quemadas en la hoguera.