La secuencia del genoma del Hombre de Kennewick, un esqueleto de 9.000 años hallado en el estado de Washington, ha revelado que podría estar emparentado con los nativos americanos modernos. Hasta ahora, se dudaba sobre su origen y estudios iniciales de su morfología lo asociaban con pueblos del Pacífico como los ainu y los polinesios.
Antropólogos de Estados Unidos han aportado nuevos datos sobre cooperación y violencia en sociedades humanas pequeñas a partir de datos del pueblo yanomami, asentado en el sur de Venezuela y el norte de Brasil. Tras analizar las relaciones entre 118 guerreros, han visto que para pelear prefieren aliarse con hombres de otros pueblos de edades semejantes, y casarse con sus hermanas e hijas.
21 de enero de 2008: muere la jefa de la tribu india Eyak y con ella, su lengua