Antes de la peste bubónica que asoló la Europa del siglo XIV, la primera gran epidemia de peste fue la plaga de Justiniano, que a lo largo de los siglos VI y VII acabó con 50 millones de personas en todo el mundo. Investigadores de varios centros alemanes han estudiado el alcance de la bacteria que la causó a través de seis de sus víctimas halladas cerca de Múnich.