Situada a cinco kilómetros de la frontera española, la mina portuguesa de São Domingos, abandonada desde 1966, sigue contaminando los cursos fluviales que desembocan en la presa del Chanza, la mayor reserva de agua potable de la provincia de Huelva, según científicos de la Universidad de Huelva. El nuevo estudio demuestra que la oxidación y la disolución de sulfuros siguen siendo procesos activos en la actualidad, a lo que los investigadores piden la puesta en marcha de planes de remediación.