Investigadores de las universidades de Cádiz y Florencia han combinado ácido poliláctico, de origen vegetal, y nanopartículas de sílice para obtener un revestimiento adecuado para actuaciones de recuperación del patrimonio. El nuevo recubrimiento evita que el agua penetre en la superficie y es reversible, es decir, fácil de eliminar en futuras restauraciones.