Mantener la atención o desarrollar una relación positiva con su entorno son algunas de las capacidades que un pequeño de cuatro años domina en el primer mundo. No es así para uno de cada tres menores de los países con bajos ingresos. Este es el resultado más llamativo de un macroestudio de la Universidad de Harvard que aborda, por primera vez, los problemas cognitivos y socioemocionales de 100.000 preescolares de 132 países.
La influencia de las conversaciones con la madre es más fuerte a edades tempranas. Foto: P. J. Rosenberger.