Un nuevo estudio muestra que la forma en que las madres hablan con sus hijos cuando son pequeños tiene un efecto duradero en sus habilidades sociales. Los investigadores encontraron que los niños cuyas madres solían hablarles de los sentimientos, las creencias, los deseos y las intenciones de la gente desarrollaban una mejor comprensión social que los niños cuyas madres no les hablaban “sobre el estado de ánimo”.