Científica de exploración oceánica, divulgadora y emprendedora, la estadounidense Rachael Miller ha creado Cora Ball, un dispositivo que permite filtrar los microplásticos que desprende la ropa al ser lavada. En una visita a Barcelona, habló sobre el riesgo que supone el vertido de estos residuos en las aguas urbanas, que acaban yendo a parar al mar y son ingeridos por las especies que lo habitan.
Un equipo de científicos andaluces han modificado un residuo de arcilla, llamado bentonita, procedente de la industria del ladrillo y la cerámica para desarrollar un lecho filtrador con propiedades de limpieza del agua de riego agrícola. La nueva técnica, que permite reducir los costes, ha logrado por primera vez adsorber tres pesticidas comunes.
Investigadores de España y México han comprobado que la capacidad que tienen las telas de carbón activado para limpiar el agua de contaminantes se puede mejorar con la presencia de bacterias, como Escherichia coli. El trabajo se ha centrado en la eliminación de bisfenoles, compuestos incorporados a los plásticos de botellas y biberones que pueden tener efectos perjudiciales para la salud.
Investigadores españoles han desarrollado un nuevo método para crear una membrana de grafeno con poros cuyo tamaño, forma y densidad se pueden modificar con precisión atómica. El resultado es un grafeno poroso con propiedades eléctricas y que actúa como un tamiz molecular, dos ventajas que se podrán aplicar en la fabricación de avanzados filtros y sensores.
Un investigador de la Universidad de Sevilla ha patentado un sistema integrado de ventilación que incorpora un filtro de sal común para preservar restos arqueológicos en intervenciones arquitectónicas contemporáneas. Esta invención resuelve los problemas de hongos, humedad o deformaciones que acaban deteriorando este tipo de restos situados en el subsuelo.