Oviedo ha acogido la entrega del XVIII Premio Dupont de la ciencia, un galardón que reconoce a escala nacional el trabajo de Antonio Hernando Grande, Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Física que ha desarrollado su trabajo en el campo de los materiales magnéticamente blandos. Tras haber desarrollado la pulsera antimaltrato y haber descubierto las propiedades magnéticas en el oro a escala nanométrica que pueden aplicarse para diseñar una terapia contra el cáncer, el investigador y director del Instituto de Magnetismo Aplicado continúa trabajando para desarrollar nuevos materiales que permitan reducir la pérdida de energía durante su transporte, entre otros aspectos.
Analizar la calidad de la leche de un brick cualquiera no suena a nuevo; pero ¿y si se hace sin abrir el paquete de leche y en un tiempo menor que cualquier otro control? Es lo que ha conseguido CAPSA, el gigante asturiano del sector lácteo, en colaboración con el Instituto de Acústica del CSIC. Entre las ventajas de este método pionero que ha patentado la empresa no sólo reluce la rentabilidad: poder detectar antes que nunca la leche que no cumple los parámetros de calidad permite detener rápidamente su envasado, por lo que el sistema también libra al medio ambiente de la destrucción de las decenas de miles de envases que contendrían la partida de leche defectuosa.
La innovación no sólo es cosa de nuevos sectores. Es el ingrediente que ha llevado a una joven empresa asturiana del metal a consolidarse en quince años dentro de un sector que, por estar ya muy explotado, presenta pocas oportunidades. Pero no sólo eso: además de haber desarrollado métodos, procesos y máquinas innovadoras, la compañía está a punto de dejar de ser una PYME porque se ha convertido en una gran empresa. Entre sus nuevos desarrollos, Idesa ha diseñado buena parte de la maquinaria de fabricación que utiliza y con la que fabrica bienes de equipo de grandes dimensiones que se emplean en sectores como el petroquímico, químico, energético o aeronáutico, entre otros.
José Manuel López, a la izquierda, junto a José Manuel García Sánchez. Fotografía: FICYT.
Recibir una tarjeta de un miembro de la empresa Treelogic y preguntarse si los ejecutivos se han aficionado a extraños dibujos no figurativos es todo uno. Pero los cuadraditos negros sobre fondo blanco que presenta la cartulina no son ni una forma de arte, ni de excentricidad: se trata de un código bidimensional que permite a personas con deficiencia de visión acceder a toda la información de la tarjeta utilizando su móvil como lector. Una idea que retrata tanto uno de los sectores de actividad de la compañía como el futuro de los teléfonos móviles.
En la imagen, Sergio García Caso, director de I+D+i de Treelogic. Imagen cedida por la empresa.
¿Quién no comparte la imagen de los anticuerpos como una especie de “fuerzas armadas” contra las infecciones? Sin embargo, esta idea no hace justicia a todas las posibilidades de los anticuerpos, para los que la investigación ha desarrollado otra función fuera del organismo: la de detectores de enfermedades. Pero quizá lo más inesperado es que, para generarlos, los científicos utilizan híbridos creados a partir de células cancerosas y linfocitos B. Es parte del trabajo de investigadores de la Universidad de Oviedo, que acaban de comercializar en Europa un anticuerpo relacionado con el diagnóstico de un tipo de neumonía.
En la imagen, Marcos García Ocaña, en el laboratorio de la Unidad de Biotecnología Preparativa de la Universidad de Oviedo. Fotografía: FICYT.
Reunir más información no significa conocer mejor. Éste es uno de los quebraderos de cabeza de muchas empresas y entidades, que ven cómo aumentan los datos sobre sus clientes y usuarios sin que en muchas ocasiones puedan traducirlos en un mejor conocimiento del entorno al que enfocan su actividad. Por eso, y para evitar que los árboles oculten el bosque, en Asturias se desarrollan novedosas herramientas de análisis que permiten traducir los datos en conocimientos para guiar las decisiones de entidades y empresas.