El desastre ocurrido en Valencia ha traído consigo una riada de noticias falsas que han circulado por redes sociales y medios. La urgencia por obtener respuestas nos lleva a confiar en información emocionalmente impactante, aunque no provenga de fuentes fiables. La psicología cognitiva explica cómo el miedo y la búsqueda de certeza impulsan la difusión de estos contenidos y subraya la importancia del pensamiento crítico para enfrentar la incertidumbre con responsabilidad y solidaridad.
La tragedia de la DANA en Valencia y en otros puntos de España ha estado acompañada por un aluvión de falsedades que circulan por las redes. La incertidumbre y el temor son un buen caldo de cultivo para que los propagadores de fake news viralicen y moneticen su contenido, a la vez que desestabilizan el sistema, opina Ramón Salaverría, experto en desinformación.
Las redes neuronales profundas permiten obtener voces sintéticas cada vez más realistas, lo cual puede generar desinformación cuando se usa, por ejemplo, para suplantar voces de personalidades públicas y políticos. Un equipo de la la Universidad de Granada y de la empresa española Monoceros Labs ha desarrollado un sistema que ayuda a discernir cuando la grabación es real o falsa.
En el libro La inteligencia artificial explicada a los humanos, este investigador y divulgador plantea un ameno e inquietante relato sobre el incierto balance riesgo-beneficio de una tecnología que espera acabe complementándonos, más que sustituyéndonos y que tendrá un mayor impacto en la humanidad que el de la Revolución Industrial.
Desde los primeros meses de la pandemia, la sociedad y los medios de comunicación han construido muchas teorías sobre el origen del virus y las estrategias de los poderes mundiales. Algunos de ellos se han convertido en bulos que han calado en la población, incluso entre los profesionales de la salud.
La presencia de solo un 1 % de personas acríticas o de bots que propagan un rumor de forma automática hace que este circule más rápido: el tiempo se puede reducir en un 20 % para alcanzar a la mitad de la población conectada a una red social como Whatsapp. Es uno de los resultados del estudio realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y otros centros considerando la polarización de los individuos en la difusión de noticias.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia han desarrollado un sistema de inteligencia artificial que permite detectar fake news y mensajes de odio, tanto explícitos como implícitos, en los medios sociales. El prototipo ya se ha utilizado para localizar ataques en las redes a mujeres e inmigrantes.
Un equipo de la Universidad de Granada y el Imperial College de Londres han analizado matemáticamente qué características presentan los tuits que contienen información falsa y han propuesto un sistema informático para detección de bulos. El trabajo ha utilizado datos de Twitter sobre las elecciones presidenciales de EE UU en 2016.
Una investigación de la Universidad Carlos III de Madrid ha analizado el concepto de posverdad como estratagema retórica con una fuerte carga ideológica y conservadora, tanto en lo teórico como en lo social, lo político y lo cultural.
El paso del famoso cantante italiano Farinelli por España estuvo marcado por dos mitos que propagaron los ingleses, por entonces en conflicto bélico con los españoles: que el famoso castrato fue el sanador de un melancólico Felipe V y que fue expulsado de manera inmisericorde por Carlos III, un rey carente de gusto musical. Los artículos de prensa inglesa de la época revisados ahora por un investigador de la Universidad Autónoma de Madrid así lo reflejan.