Dos equipos científicos de Australia y Países Bajos han construido plataformas de computación cuántica a temperaturas hasta 15 veces superiores a las que operan las actuales de Google o IBM. Por primera vez han logrado controlar bits cuánticos en silicio por encima de un kelvin, lo que supone un gran avance en el desarrollo de procesadores más grandes y potentes.
Este año el Mobile World Congress contará con el pabellón Deep Tech EU donde se exhibirán las cuatro iniciativas de investigación e innovación más ambiciosas de la Comisión Europea: el Graphene Flagship, el Human Brain Project, el Quantum Flagship y la nueva Battery 2030+. La cita es en Barcelona entre el 24 y 27 de febrero.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona han desarrollado un nuevo protocolo que clasifica y ordena datos cuánticos según el estado en que fueron preparados. Este procedimiento, que ofrece mayor eficiencia que el algoritmo clásico equivalente, supone un nuevo paso hacia el aprendizaje automático en redes de información cuántica.
El espín o momento angular de las partículas se pueda usar para transmitir información en materiales tan novedosos como el grafeno, sin olvidar el respeto por el medio ambiente. Esta es la idea que subyace detrás del proyecto europeo SPRING, liderado por el centro vasco CIC nanoGUNE y que acaba de arrancar con el apoyo de 3,5 millones de euros de la Comisión Europea.
Esquema del experimento. / H. Defienne et al./Science Advances
Hasta ahora los isótopos estables de cadmio se consideraban como el típico ejemplo de núcleos atómicos que vibran alrededor de una forma esférica, pero investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y otros centros internacionales han demostrado que estos sistemas cuánticos tienen una estructura mucho más compleja, donde coexisten formas más exóticas con aspecto de melón o lenteja.
Se han encontrado cuatro formas diferentes en los isótopos estables de cadmio (tres con aspecto de melón más o menos deformado, y otra similar a una lenteja). / APS/Alan Stonebraker
Mediante calculos de mecánica cuántica, investigadores de la Universidad de Alicante y otros centros internacionales han descubierto cómo las moléculas pueden emitir un azul más puro en los pixeles de las pantallas. Actualmente los subpixeles de color azul representan el 50% del tamaño total de cada pixel, pero en el futuro tendrán la misma proporción que los rojos y verdes, lo que ofrecerá mayor resolución y menor consumo en los dispositivos.
Esta semana se reúnen en Viena los representantes de los tres proyectos de investigación más ambiciosos de la Unión Europea: Graphene Flagship, Human Brain Project y Quantum Flagship, dotados con 1.000 millones de euros cada uno. Durante el congreso se presentarán los últimos avances en los campos del grafeno y otros materiales relacionados, neuromedicina y computación, y tecnologías cuánticas.
Comportamientos tan propios de los sistemas vivos, como nacer, interaccionar, mutar, autorreplicarse y morir se pueden reproducir en el mundo cuántico. Investigadores de la Universidad del País Vasco han diseñado un algoritmo cuántico de vida artificial que sigue las leyes evolutivas de Darwin, y lo han puesto en marcha en el ordenador IBM QX4 a través de la nube, codificando en forma de cúbits el genotipo y el fenotipo de los organismos cuánticos.