Un grupo internacional de científicos ha detectado vapor de agua en la atmósfera de un planeta que orbita una estrella diferente al Sol, es decir, un exoplaneta, situado a 120 años luz de la Tierra. Este hallazgo, publicado en la revista Nature, puede proporcionar pistas sobre la formación y evolución de planetas más parecidos a la Tierra.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha aprobado esta semana la misión PLATO, que permitirá localizar y caracterizar cientos de planetas potencialmente habitables en las cercanías del sistema solar. España participa de forma significativa en esta misión, desarrollada dentro del programa científico Cosmic Vision de la ESA.
Para terminar el año, las dos revistas científicas de referencia recopilan los hitos de la ciencia del 2013 en sus ediciones de esta semana. Mientras que Nature ha seleccionado las diez personalidades que han marcado los avances más importantes, Science hace referencia a las investigaciones. A pesar de variar en el formato, ambas coinciden en destacar el desarrollo de una nueva técnica de edición de ADN, el diseño de placas solares más baratas y eficientes y la clonación de células madre embrionarias.
Un equipo de astrofísicos europeos ha detectado los restos de un cuerpo rocoso rico en agua alrededor de una lejana enana blanca. El hallazgo, el primero de este tipo fuera de nuestro sistema solar, ofrece pistas sobre la formación de planetas en los que se podría asentar la vida.
Impresión artística del planeta HD 189733b. / NASA-ESA
Imagen del exoplaneta HD 95086 b, con su estrella ocultada. / ESO
Ilustración del joven exoplaneta HR 8799c alrededor de su estrella. / Dunlap Ins. for Astronomy & Astrophysics - Mediafarm.
Un equipo internacional de científicos –entre los que se encuentran investigadores de la UNED, el Centro de Astrobiología y otros centros españoles–, ha descubierto un exoplaneta fuera de lo común, al contar con un radio desproporcionado en relación con su masa, y que no sigue las teorías vigentes de formación de planetas. El cuerpo, bautizado como WTS-1b, se considera un ‘Júpiter caliente’, debido a su composición gaseosa y a su elevada temperatura.
Impresión artística con el planeta orbitando la estrella Alfa Centauri B. Imagen: ESO / L. Calçada.