Cualquier enfrentamiento bélico tiene unas consecuencias terribles para la salud de la población y dura generaciones. Al número de muertes, heridas graves y problemas psicológicos, hay que sumarle la pérdida de recursos sanitarios que origina. Esto afectará durante años al bienestar y progreso de la sociedad.
Un estudio de dos investigadoras de la Universidad Pontificia de Comillas aborda el impacto psicológico en los profesionales que no pueden quedarse en casa durante la crisis del coronavirus. Para ello, han enviado cuestionarios a periodistas, sanitarios, fuerzas de seguridad del Estado y personal de los supermercados.
Un estudio pionero revela que la escasez de recursos empeora las capacidades mentales de los adolescentes sirios desplazados incluso más que los traumas de la guerra. Según sus autoras, es urgente abordar este problema porque está en juego el futuro profesional y social de miles de niños y niñas.
Tras una experiencia traumática, se altera un gen que está relacionado con la aparición de trastorno de estrés postraumático, depresión y ansiedad. Así lo revela un equipo de científicos españoles que confirma que la hormona del estrés es capaz de devolver al gen sus funciones normales y reducir los trastornos asociados a una vivencia dramática. El hallazgo resuelve una de las paradojas de la medicina actual y abre la puerta a su aplicación en tratamientos para prevenir enfermedades tras sufrir un evento traumático.
Un investigador español ha liderado un estudio en ratones sobre el mecanismo molecular que vincula los traumas en la juventud con sufrir deterioro de la memoria con la edad. Los resultados, publicados en The EMBO Journal, abren una vía para el desarrollo de estrategias terapéuticas que logren atenuar el riesgo de alzhéimer.
Una revisión de artículos científicos contempla la posibilidad de inhibir los efectos secundarios vinculados a los cannabinoides y destaca nuevas posibilidades terapéuticas para tratar el estrés postraumático y el síndrome del cromosoma X frágil.
Un equipo de científicos brasileños ha determinado que los receptores de la dopamina D1 están implicados en la extinción del miedo. Así, la interpolación de una novedad en las terapias de exposición para acabar con este sentimiento favorece este proceso. Los resultados se publican en la revista PNAS.
Los recuerdos traumáticos son difíciles de tratar con los tradicionales enfoques conductuales. Ahora, un estudio en roedores, realizado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha revelado que los inhibidores de la histona deacetilasa mejoran la capacidad del cerebro para reemplazar recuerdos traumáticos por otros nuevos.