Científicos franceses han demostrado que la distorsión no lineal que sucede en el caracol del oído interno se debe a la presencia de estereocilia, una proteína situada en la membrana basilar que recubre la cóclea. Esta modificación del sonido original, denominada “emisión otoacústica”, produce además enmascaramientos y resta inteligibilidad, lo cual podría parecer una desventaja para la audición. Pero el hecho es que, sin estereocilia, el ser humano adolecería de sordera precoz.