Un equipo de paleontólogos, liderado por españoles, analiza cómo evolucionó esta icónica estructura anatómica de los ceratopsianos, el grupo que incluye al famoso Triceratops, durante los 65 millones de años de existencia de estos animales. El trabajo revela que esta morfología se volvió cada vez más variable a lo largo de su evolución.
Si se usan con cautela, los estudios de inmunidad de la población pueden guiar la vuelta al trabajo y la estimulación de la economía, teniendo en cuenta sus limitaciones. Varios equipos científicos alertan de que hacen falta más investigaciones sobre la protección que otorgan los anticuerpos y su duración real. De lo contrario, se corre el riesgo de tomar decisiones basadas en información incompleta.
Ilustración de cómo se cree que fue el ‘Cocodrilo Escudo’