Los dos pacientes que sufrieron fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en España, el pasado verano, son los únicos registrados en Europa Occidental. Un nuevo informe sobre ambos casos revela que esta enfermedad tropical está reemergiendo en el continente y remarca la importancia de que los profesionales mantengan una rutina de vigilancia ante los agentes transmisores. Los brotes autóctonos del virus de origen africano ponen de manifiesto un cambio en su distribución geográfica.