El equipo científico de EE UU cree que con esta herramienta de corta-pega genético se podrían alterar partes del genoma de estos grandes ácaros, que son vectores de numerosas infecciones, como el tifus y la enfermedad de Lyme.
Los ecosistemas modificados por el ser humano tienen más huéspedes de enfermedades de transmisión de animales a personas, si se compara con los hábitats inalterados, según un estudio publicado en Nature. Los investigadores resaltan la necesidad de vigilar los ecosistemas agrícolas, ganaderos y urbanos.