Un test, desarrollado por investigadores de EE UU, es capaz de detectar la presencia de ciertas proteínas en el flujo sanguíneo con la ayuda de un algoritmo de inteligencia artificial. Este método, que se ha probado con más de 5.000 personas, permite medir la edad de órganos individuales, por ejemplo, el corazón o el cerebro, y ha revelado que casi el 20 % de los participantes presentaron un envejecimiento acelerado en algún órgano, lo cual conlleva riesgo de dolencias asociadas y de muerte.
Dos equipos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares han descubierto una nueva vía de señalización que estaría detrás de la aparición de la fibrilación ventricular, un tipo de arritmia cardiaca. El trabajo, llevado a cabo en ratones, abre nuevas vías para abordar esta afección potencialmente mortal.
La aterosclerosis, que se había considerado hasta ahora un fenómeno progresivo irreversible, puede desaparecer si se controlan los factores de riesgo de forma temprana. Este estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares subraya la necesidad de cambiar las estrategias de prevención primaria, debido a que las arterias son más vulnerables al efecto perjudicial de estos factores en esas edades.
Una investigación liderada por la Universidad de Estudios de Padua, en Italia, ha detectado disfunción microvascular coronaria en pacientes con psoriasis severa, una enfermedad cutánea autoinmune y sin cura que afecta a entre el 1 % y 3 % de la población.
Vigilar la hipertensión, el colesterol, la diabetes, el tabaquismo o el sedentarismo no solo es importante para cuidar la salud cardiovascular, sino también para prevenir enfermedades como el alzhéimer. Así lo revelan investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) tras estudiar la relación entre la aterosclerosis y sus factores de riesgo sobre la salud cerebral.
Un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares concluye que la toxicidad de compuestos farmacológicos utilizados para interferir con la angiogénesis, es decir, la creación de vasos sanguíneos nuevos en el cáncer o en enfermedades cardiovasculares, no se puede explicar por los cambios genéticos que producen.
Un equipo internacional de científicos con participación española ha demostrado que la proteína codificada por el gen p53, conocida como el ‘guardián del genoma’, ayuda a mantener la integridad del material hereditario de las células, lo que protege contra las cardiopatías.
Científicos del CNIC han descubierto en ratones un sistema que puede promover la arterialización y perfusión en los tejidos que han sufrido una reducción del riego sanguíneo. El estudio, publicado en Nature, propone que el bloqueo selectivo de la proliferación y el metabolismo celular mejora la vascularización terapéutica en la enfermedad cardiovascular.
El algoritmo EN-PESA contribuirá a personalizar el riesgo cardiovascular, lo que se traducirá en tratamientos y planes de seguimiento más personalizados. El modelo de aprendizaje automático está basado en variables como la edad, tensión arterial, dieta y marcadores medibles en análisis de sangre y orina.
La saturación de muchos centros hospitalarios durante los primeros meses de la pandemia supuso la interrupción de pruebas programadas, consultas y cirugías. Expertos de varias sociedades médicas confirman el impacto en las personas con otras patologías, cuyo aumento de ingresos se une ahora al coronavirus.