Una investigación del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de EE UU, liderada por la española Anabel Fernández Mariño, ha caracterizado una mutación que inactiva el canal de potasio Kv2.1 en la membrana de las neuronas, ofreciendo pistas sobre los mecanismos que causan esta enfermedad.
Un nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Leeds (Reino Unido) revela una nueva vía de tratamiento para la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) y su variante en el hombre, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ). Este estudio, publicado en el último número de la revista PLoS Pathogens, muestra cómo una proteína, denominada Glipicano 1, es vital para el desarrollo de la EEB.
Los Laboratorios Ozer de León realizan protocolos de higiene y desinfección de instalaciones como mataderos o incineradoras para controlar y prevenir la transmisión al hombre de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), más conocida como "mal de las vacas locas". Estos protocolos, exigidos por la administración a las industrias que puedan ser potencialmente peligrosas, están basados en estudios científicos sobre la forma de inactivar los priones, proteínas infecciosas que se alojan principalmente en el sistema nervioso central del animal.