Un estudio realizado por el CSIC y la Universidad de Vigo ha analizado 500 litros de agua de mar distribuidos en 290 muestras y ha identificado más de 300 especies de fitoplancton. Estos datos explican, en parte, la elevada productividad de la ría de Vigo.
Estos hábitats son capaces de captar el dióxido de carbono y pueden amortiguar los riesgos de inundaciones o erosión costera como consecuencia del cambio climático en las áreas vulnerables, según un estudio del CSIC publicado en Nature Climate Change.
Del mismo modo que existe una Lista Roja de Especies Amenazadas que gestiona la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y que contempla el riesgo de cada especie frente a la extinción, esta organización ha propuesto la creación de su equivalente para los ecosistemas.
Un equipo de investigadores europeos, incluido un profesor de Ikerbasque, advierte en la revista Science que el uso de la tierra en Europa no es el más correcto. Según el estudio, el hecho de que la tierra se rija únicamente por mercados agrícolas se traduce en considerables costes financieros y medioambientales para las personas.
Investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos han demostrado por primera vez la utilidad de Google Street View para identificar y evaluar ecosistemas de forma remota en áreas extensas. La herramienta, disponible a través de Internet, ha sido empleada por los científicos para caracterizar el hábitat de cría de dos especies de buitre en un área de 7.000 kilómetros cuadrados en la cordillera cantábrica.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han analizado más de 55.000 parcelas en 11 tipos de bosques diferentes en Europa hasta determinar que los bosques con mayor variedad de especies de árboles producen de media un 24% más de madera que aquellos que presentan un solo tipo de árbol.
Cabras de cachemira criadas en una finca de Illano (Asturias). Imagen: SERIDA.
Entre las especies de ganado doméstico, el caprino no es precisamente la ‘oveja negra’ sino más bien un recurso de supervivencia en países pobres. Sin embargo, muchas de sus razas tienen un alto riesgo de extinción. Así lo han determinado investigadores del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario en el primer trabajo monográfico que afronta globalmente el impacto de esta especie.
El fósil de un depredador marino de 8,6 metros de largo de hace 244 millones de años, denominado Thalattoarchon saurophagis y descubierto en 2010 en lo que actualmente es el desierto de Nevada (EE UU), proporciona información detallada sobre el origen de las modernas estructuras de los ecosistemas marinos.
Un equipo multidisciplinar de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Oviedo y la Universidad de las Islas Baleares ha desarrollado una plataforma bioinformática que analiza la capacidad de un ecosistema para asimilar cientos de contaminantes.