La misión Proba-3 de la Agencia Espacial Europea (ESA), liderada por la empresa española Sener, despegó este jueves desde el Centro Espacial Satish Dhawan en la India. Esta misión tiene como objetivo estudiar la corona del Sol, acercándose más que nunca al borde solar.
Este 8 de abril, la Luna se interpondrá entre la Tierra y el Sol, ocultando totalmente nuestra estrella durante unos instantes. El espectáculo astronómico se podrá disfrutar en México, Estados Unidos y Canadá, y también a través de internet en canales como los de la agencia espacial estadounidense.
La luna llena de enero brillará un poco menos este viernes cuando atraviese la zona de penumbra de la Tierra. Este eclipse penumbral tendrá su máximo a las 20:08 (hora peninsular española) y será el primero de un año que acabará con un espectacular eclipse total de sol visible desde Sudamérica en diciembre.
Foto del eclipse parcial lunar tomada desde Sant Elm, en Mallorca. / CATI CLADERA / EFE
Este martes podremos observar desde España un eclipse lunar parcial. Aunque se podrá ver de forma directa, sin ningún equipo especial, si vienes al Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, en Alcobendas (Madrid), podrás apreciar todas sus fases a través de telescopios motorizados.
Un supereclipse total de luna
Cuando salga la luna este viernes la veremos de un color rojizo, una ‘luna de sangre’. Debido a que nuestro satélite cruza la sombra que proyecta la Tierra, el 27 de julio de 2018 se produce un eclipse total de Luna, el más largo del siglo XXI, con una duración de 103 minutos en la fase de totalidad. El espectáculo se podrá disfrutar a simple vista, aunque numerosos museos, observatorios y asociaciones de astrónomos han organizado actividades paralelas para esa noche en la que, además, aparecerá Marte más brillante.
El eclipse solar anular del 1 de septiembre se verá en las selvas de África y parcialmente en Canarias. / NASA
La tenue atmósfera de dióxido de azufre de la luna Ío se congela y condensa sobre su superficie cuando Júpiter pasa por delante del Sol, pero luego esa capa gaseosa vuelve a aparecer cuando el satélite sale de la sombra del planeta gigante. Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía y otros centros internacionales lo acaban de descubrir con las observaciones del telescopio Gemini.