La cantidad de agua necesaria para producir los alimentos que tiramos a la basura, tanto los que sobran en el plato como los que se estropean sin consumir, ronda los 131 litros por persona y día, el equivalente a una bañera llena hasta arriba. Así lo han estimado investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid tras analizar el consumo alimentario realizado en los hogares españoles durante un año.
En Europa se generan cada semana más de 50.000 toneladas de desperdicios de champiñón que plantean un desafío medioambiental para las principales industrias que comercializan este producto a escala mundial. El proyecto europeo Funguschain, en el que participa la Universidad de Alicante, busca la obtención de compuestos para crear productos de limpieza para el hogar y bioplásticos, entre otros, partir de los residuos de los hongos.
Cada año, entre cinco y trece millones de toneladas de basuras de plástico terminan en los océanos de todo el mundo. Un nuevo estudio advierte que esta cantidad podría multiplicarse por diez en la próxima década si la comunidad internacional no mejora su gestión de desechos.
Los investigadores de la Unidad de Bionanomateriales Funcionales de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) han construido dos biorreactores que recrean las condiciones ideales para que dos tipos de bacterias (la bacteria cimógena y la bacteria púrpura) produzcan hidrógeno a partir de desperdicios orgánicos. La información aparece publicada en el número de agosto de la revista Microbiology Today.