Las infecciones adquiridas en el hospital suponen un problema de salud importante. Expertos españoles han descubierto que al someter a una de esas bacterias a diferentes procesos de desinfección, algunas células siguen vivas, pero en un estado en el que no son capaces de crecer en medios de cultivo tradicionales. Esto las hace indetectables por los métodos de evaluación de la desinfección, que están basados en ese crecimiento.
La exposición pasiva a lejía en el hogar está vinculada a tasas más altas de infecciones respiratorias y durante la infancia, tal y como sugiere un estudio publicado on line en la revista Occupational & Environmental Medicine. El uso de lejía es común en los hogares españoles, un 72% de los participantes reportaron utilizarla en el hogar.
El centro tecnológico Itagra de Palencia ha concluido la investigación que trataba de determinar la efectividad del ozono, un gas con gran capacidad oxidante, en la desinfección de suelos agrícolas. En los ensayos realizados se ha estudiado el efecto del ozono sobre el desarrollo de diversos microorganismos (concretamente mohos y levaduras, aerobios mesófilos y patógenos de la fresa) y las hierbas adventicias, así como la respiración microbiana (respirometría) y las propiedades físico químicas del suelo.
Los Laboratorios Ozer de León realizan protocolos de higiene y desinfección de instalaciones como mataderos o incineradoras para controlar y prevenir la transmisión al hombre de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), más conocida como "mal de las vacas locas". Estos protocolos, exigidos por la administración a las industrias que puedan ser potencialmente peligrosas, están basados en estudios científicos sobre la forma de inactivar los priones, proteínas infecciosas que se alojan principalmente en el sistema nervioso central del animal.