La imagen que tenemos de los dinosaurios se ha obtenido, sobre todo, de sus huesos fosilizados. Pero al morir, su materia orgánica se pudrió, lo que pudo distorsionar su forma original. Para completar su aspecto, algunos paleontólogos experimentan con cadáveres de animales para reconstruir el macabro proceso de la descomposición.
Una reciente publicación de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha explicado cómo un tipo de comunidad compleja de microorganismos pudieron intervenir en las primeras etapas de formación de fósiles. El estudio se publica en Scientific Reports.
El efecto de la radiación ultravioleta sobre la hojarasca depende de las condiciones ambientales y parece que interacciona con la actividad de los microorganismos. El estudio demuestra como la radiación influye en la fertilidad de los suelos y la regulación del carbono.
Cuatro peces Amphioxus en descomposición. La secuencia de imágenes muestra cómo los rasgos característicos del pez cambian a medida que se descomone.