Entre 1955 y 1998, diferentes países de Europa occidental registraron un incremento de los días de calor extremo. Según un estudio de la Universidad Complutense (UCM), España es uno de los países que más sufren este periodo. Las razones de este aumento térmico: las construcciones en zonas urbanas, el cambio climático y las alteraciones en la circulación de la atmósfera.
De los niños del mundo en edad de ir a la escuela primaria que están sin escolarizar, un 42%- 28 millones- vive en países pobres afectados por conflictos.
Debido al impacto que los extremos climáticos ocasionan en la agricultura y la salud en España, investigadores de la Universidad de Salamanca (USAL) han analizado las dos variables más representativas de estos extremos térmicos de 1950 a 2006: los días cálidos y las noches frías. Los resultados para la Península Ibérica indican un aumento de los días cálidos superior al del resto del planeta, y una disminución de las noches frías.
Los resultados del estudio indican una tendencia creciente en la frecuencia de días cálidos y una disminución en la frecuencia de las noches frías. Foto: Freijeiro.