A pesar de los evidentes signos de desgaste tras 10 años de periplo por el planeta rojo, el vehículo de la NASA está a punto de comenzar un nuevo y emocionante capítulo de su misión mientras escala una montaña marciana.
En la Tierra este gas puede tener un origen biológico o geológico, pero desde que se detectó hace casi 20 años en Marte se trata de averiguar su procedencia. Estudios recientes liderados por el Centro de Astrobiología ofrecen nuevas pistas y apuntan a una fuente próxima al entorno de exploración del rover Curiosity.
Tras la llegada de las naves emiratí y china a la órbita de Marte, le toca ahora el turno a la estadounidense, que después de “siete minutos de terror” colocará directamente el rover Perseverance en la superficie del planeta rojo para buscar restos de vida. Resolvemos algunas dudas frecuentes sobre esta nueva misión de la NASA.
Los minerales arcillosos descubiertos en el cráter Gale de Marte por el rover Curiosity son capaces de preservar compuestos orgánicos durante largos periodos de tiempo. Ahora científicos del Centro de Astrobiología han comprobado en cámaras de simulación que una breve exposición a fluidos ácidos complicaría enormemente la preservación de estos compuestos, algo a tener en cuenta en la búsqueda de vida en el planeta rojo.
El 15 de junio de 2013 el rover Curiosity descubrió una emisión de métano, un gas que puede tener origen biológico o geológico, en el cráter Gale de Marte. Al día siguiente sobrevoló esa zona la sonda Mars Express y lo volvió a detectar, según una revisión de sus datos realizada ahora. El origen de este metano parece estar en la fractura del permafrost marciano, pero el debate continúa.
Una tormenta de arena en la superficie marciana, la más grande registrada hasta la fecha, ha afectado al funcionamiento del rover Opportunity de la NASA, cuya misión ha quedado suspendida temporalmente. Su compañero, el rover Curiosity, ha captado el fenómeno mientras se tomaba un selfie.
Los niveles de metano atmosférico en Marte varían según las estaciones, con máximos a finales del verano en el hemisferio norte y del invierno en el sur, según confirman las mediciones realizadas por el vehículo Curiosity en el cráter Gale durante cinco años. La fuente de este gas, que en la Tierra producen habitualmente los seres vivos, sigue siendo un misterio, aunque se podría estar liberando desde cristales hidratados del subsuelo marciano. El rover también ha encontrado restos de materia orgánica en rocas de hace 3.000 millones de años.
Los datos recogidos por el rover Curiosity en Marte han servido para reconstruir la historia geológica del cráter Gale, y los resultados revelan la presencia de un antiguo lago estratificado en su interior. En este entorno pudieron prosperar organismos vivos durante un periodo comprendido entre hace 3.800 y 3.100 millones de años.
El rover Curiosity de la NASA ha encontrado sedimentos en Marte asociados a un lago de agua líquida de hace 3.500 millones de años. Sin embargo, la ausencia de carbonatos indica que la atmósfera marciana primitiva tenía unos niveles de CO2 tan bajos que el agua debería estar congelada. Los científicos buscan ahora posibles explicaciones a este misterio.
Ni las misiones que han orbitado Marte ni las que lo han recorrido antes de que llegara Curiosity habían captado unas curiosas estructuras geológicas que el robot ha fotografiado en el cráter Gale. Un equipo internacional de investigadores con participación del Instituto de Geociencias (centro mixto de la Universidad Complutense de Madrid y el CSIC) revela que son chimeneas originadas por el flujo vertical de sedimentos relacionados con fluidos.