Investigadores de la Universidad de Málaga han descubierto que los microorganismos Bacillus subtilis y Pseudomonas tiene un papel protector de las plantas cuando se encuentran en un mismo espacio. Los resultados podrían servir, además de para aplicaciones en la agricultura, para trabajos sobre resistencia a los antibióticos.
Científicos del CSIC han desarrollado un método para generar variedades de cucurbitáceas (que agrupa especies como el melón, el pepino, la sandía o las calabazas) resistentes a varias enfermedades virales. El método se basa en la silenciación de un gen propio de la planta, de forma que no se introduce ningún elemento ajeno a la propia especie, lo que reduce las posibilidades de que haya repercusiones inesperadas.
Investigadores del Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas, un centro mixto de la Universidad Politécnica de Madrid y del INIA, participan en el proyecto MELONOMICS de la Fundación Genoma para la secuenciación y anotación del genoma del melón.