Más que la pérdida de hábitats o el cambio climático, nuestro bienestar podría haber sido determinante en la reducción de poblaciones de linces, leones y lobos, según un nuevo estudio. Sin embargo, cuando aumenta la riqueza de las personas, también lo hace su tolerancia hacia estos animales.
A menos de un mes de la celebración en París de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre cambio Climático, el Worldwatch Institute ha publicado su informe anual La situación del Mundo 2015: Un mundo frágil. La escasez de recursos agrícolas, el fracking, las migraciones para adaptarse al clima y el crecimiento económico desmedido son cuestiones abordadas por esta publicación, que codirige el investigador Gary T. Gardner.