Científicos de España y otros países temen que la creciente división de la sociedad en posturas irreconciliables repercuta sobre la gestión de la crisis sanitaria. El problema no es solo político, también afecta a la ciencia: salud o economía; gotitas o aerosoles; confinamiento o libre circulación; sintomáticos o asintomáticos; mascarillas siempre o nunca. Los debates eternos sobre falsas dicotomías confunden a la sociedad y son una lacra para los técnicos que diseñan las medidas.