Investigadores de AINIA Centro Tecnológico han logrado mejorar los procesos convencionales de microencapsulación, la introducción de sustancias de interés dentro de una matriz para desarrollar componentes como aromas, vitaminas o antioxidantes. El avance permitirá a la industria cosmética desarrollar productos con propiedades más eficaces, seguras y saludables, además de a reducir costes.
Actualmente, existen 10.000 componentes con los que se pueden elaborar cosméticos. Para garantizar la seguridad de los consumidores, es imprescindible controlar dichos componentes. El investigador Josu López, de la Universidad del País Vasco, ha desarrollado tres métodos analíticos ‘verdes’ para analizar simultáneamente varios componentes utilizados en los cosméticos. En estos métodos, se consume muy poco disolvente y se produce muy poco residuo en comparación con otras técnicas analíticas.
Hoy entra en vigor en Europa la última fase para la eliminación progresiva de los ensayos de productos cosméticos en animales. Según esta normativa, no se podrán comercializar en los países de la Unión productos cosméticos en cuyo desarrollo se haya experimentado en animales.
Un estudio de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) afirma que las consumidoras de cosmética compran estos productos principalmente por razones emocionales. El trabajo se realizó sobre cremas faciales (hidratantes y nutritivas, con o sin base de color, y antiarrugas) y cremas corporales (reafirmantes y anticelulíticas).
La satisfacción de las mujeres con su marca de cosméticos depende de factores más emocionales que funcionales. Imagen: SINC.
El busto de Nefertiti.
El Grupo de Ingeniería Ambiental y Bioprocesos de la Universidad de Santiago (USC), dirigido por Juan Lema, estudia desde hace años los microcontaminantes existentes en las aguas residuales urbanas y trabaja en su eliminación. Se trata de sustancias que están presentes en concentraciones muy bajas, por lo que resultan difíciles de tratar. Los más representativos son los productos farmacéuticos y cosméticos, entre los que se incluyen los productos de higiene y los detergentes.
El Grupo de Ingeniería Ambiental y Bioprocesos de la Universidad de Santiago (USC), dirigido por Juan Lema, estudia desde hace años los microcontaminantes existentes en las aguas residuales urbanas y trabaja en su eliminación. Se trata de sustancias que están presentes en concentraciones muy bajas, por lo que resultan difíciles de tratar. Los más representativos son los productos farmacéuticos y cosméticos, entre los que se incluyen los productos de higiene y los detergentes.