Los países mediterráneos han decidido otorgar protección legal frente a las actividades humanas a cuatro especies de corales de aguas frías amenazados de extinción en este mar. La protección de estos corales de profundidad frente a actividades dañinas representa un avance fundamental para preservar la vida marina.
Tomar imágenes microscópicas en alta calidad de los ecosistemas del mundo marino era hasta ahora una tarea imposible. Un equipo de investigadores ha desarrollado un nuevo dispositivo que graba con una resolución de hasta dos micras. Este microscopio les ha permitido observar reacciones y comportamientos de corales en vivo nunca vistos.
Algunos de los arrecifes de coral situados cerca de poblaciones humanas tienen mayor biomasa de peces, gracias a la participación local y el respaldo instituciones socioculturales, que los localizados en zonas remotas alejados de la intervención del hombre.
Un estudio, publicado en Ecology Letters, muestra cómo se recupera un arrecife de coral a lo largo de diez años tras un evento de mortalidad en masa. El análisis demuestra que la probabilidad de extinción de los peces de altos niveles tróficos, lo que comen otros peces, es cuatro veces mayor que la de los peces que se alimentan de algas y que están en niveles más bajos de la cadena trófica. El trabajo permitirá predecir la recuperación de los ecosistemas tras perturbaciones de todo tipo.
Fondos marinos disponibles en Google Maps. /Google
Más de 100.00 fotografías del mayor arrecife de coral del mundo, situado en Australia, están ya disponibles a través de Google Maps. Estas imágenes permiten a cualquiera que quiera conocer el parque marino navegar por sus fondos de manera virtual sin moverse del sofá. La organización científica The Catlin Seaview Survey ha anunciado el lanzamiento de esta iniciativa durante la jornada de hoy en el Congreso Mundial de Parques.
La revista Nature Communications publica un estudio en el que un equipo internacional de científicos presenta nuevas evidencias sobre los cambios de temperatura que sufrió la gran barrera de coral australiana hace entre 20.000 y 13.000 años. La información recogida muestra que el arrecife es más resistente a los cambios de temperatura de lo que se creía anteriormente. Aun así, no se puede afirmar que esto también se reproduzca en el futuro.