La cantidad de agua necesaria para producir los alimentos que tiramos a la basura, tanto los que sobran en el plato como los que se estropean sin consumir, ronda los 131 litros por persona y día, el equivalente a una bañera llena hasta arriba. Así lo han estimado investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid tras analizar el consumo alimentario realizado en los hogares españoles durante un año.