A principios del siglo XVII, pueblos indígenas de Norteamérica como los comanches adoptaron a los equinos que se dispersaban desde lo que hoy es México y los integraron en su modo de vida, mucho antes de que llegaran los colonizadores desde Europa. Así lo recoge un nuevo estudio en el que se aúna la ciencia, la historia y un aspecto novedoso en investigación: la cultura y tradición oral de los nativos.
Un estudio, con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, reconstruye las condiciones en que se habitaron las Azores por primera vez y el impacto de la presencia humana en los ecosistemas. Los autores del trabajo sugieren que los primeros colonizadores procedían del norte de Europa.
Una investigación explora el impacto de las misiones europeas en los nativos de California central, con más de 30.000 registros históricos y bioarqueológicos que van desde el 3050 a.C. hasta 1870 d.C. La violencia, esclavitud e inseguridad alimentaria aumentaron la vulnerabilidad de la población local a enfermedades.
La colonización de las islas ha causado cambios irreversibles que siguen siendo constantes siglos después. Una nueva investigación, que ha cuantificado el impacto humano a través del estudio del polen de hace 5.000 años, revela que las alteraciones de la vida vegetal por la colonización humana son once veces mayores que las debidas al clima.
Utilizando ADN antiguo de más de 93 isleños del Caribe, un equipo internacional de científicos, con participación española, ha descubierto que hace miles de años la región fue inicialmente colonizada y reasentada al menos tres veces desde diferentes partes del continente americano. Sin embargo, hubo poco mestizaje entre los primeros pobladores de las islas del Caribe.
En 2013, los hallazgos en el yacimiento Nwya Devu, situado a 4.600 metros de altitud al norte del Tibet en China, lo consideraron el de mayor altitud de la historia. Ahora, los análisis de los restos hallados en el yacimiento permiten datar en unos 40.000 años la colonización de la meseta tibetana, también denominada el techo del mundo. Estas comunidades fueron las primeras en llegar a lo más alto de la Tierra.
Un amplio estudio internacional ha analizado el ADN de una serie de famosos restos antiguos de América del Norte y del Sur. De acuerdo con los resultados de este estudio, la dinámica poblacional de los primeros pobladores americanos no puede explicarse mediante simples modelos o patrones de dispersión.
El análisis del genoma de 25 individuos islandeses que vivieron durante la colonización de la isla confirma que sus habitantes actuales son diferentes a los primeros pobladores, procedentes de Noruega y de las islas británicas e irlandesas. El estudio, con participación del CSIC, es imprescindible para seguir avanzando en la búsqueda de formas de diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Málaga ha desarrollado un modelo matemático capaz de evaluar la disponibilidad de alimento durante el Pleistoceno inferior para carnívoros y homininos, un momento previo a la llegada de las primeras poblaciones humanas a Europa. El estudio propone nuevas causas para explicar el retraso de presencia humana en el continente europeo.
Sudamérica fue el último continente en ser colonizado por los humanos, y también donde se produjo la mayor extinción de megafauna del Pleistoceno. A pesar de ser crucial en la prehistoria, poco se sabía sobre la expansión humana. Un nuevo estudio confirma que el crecimiento de la población del continente sucedió en dos fases. La más reciente –hace más de 5.000 años– muestra un patrón similar al desarrollo ilimitado de las poblaciones actuales.