La Gran Mancha Roja de Júpiter tiene más de 350 km de profundidad y los ciclones polares de este gigante gaseoso apenas cambian de posición con el tiempo. Esta semana se han presentado estos y otros hallazgos de la misión Juno de la NASA.
La virulencia del huracán Dorian, con vientos que llegaron a los 295 kilómetros por hora, ha avivado el debate sobre si hay que actualizar la clasificación con nuevos niveles por encima del 5. Aunque los modelos predicen que, con la crisis climática, los eventos extremos serán más intensos, los meteorólogos muestran cautela.
Daños causados por el huracán Sandy en 2012, el más mortífero de su temporada. / Library of Congress
Los huracanes y tifones tardan mucho más en avanzar y desplazarse de un lugar a otro del planeta. Un nuevo estudio publicado en Nature confirma que el movimiento de los ciclones tropicales se ha desacelerado y estos han disminuido un 10% entre 1949 y 2016. Como consecuencia, las lluvias locales podrían duplicarse, así como el impacto por inundaciones.
Las medidas más precisas del campo gravitatorio de Júpiter, la profundidad de sus flujos atmosféricos y el tamaño de sus enormes ciclones polares. Estos son algunos de los últimos datos recogidos por Juno, la sonda espacial de la NASA dedicada al estudio de este gigante gaseoso.
Desde el descubrimiento de América, multitud de navíos españoles cruzaron el Atlántico hacia el Caribe, pero las tormentas impidieron que muchos de ellos llegaran a la costa. Ahora, los registros históricos de sus naufragios junto a los anillos de crecimiento de pinos en los Cayos de Florida revelan que la actividad de estos ciclones pudo estar relacionada con las fluctuaciones de la radiación solar.
Reducir las emisiones podría disminuir la intensidad de los ciclones sobre el mar de Arabia de forma casi inmediata
Investigadores del Centre de Recerca Matemàtica y de la Universitat Autònoma de Barcelona han descubierto que existe una relación matemática entre el número de huracanes que se producen en una determinada zona del planeta y, la energía que liberan. La distribución es válida para cualquier conjunto de huracanes estudiado, independientemente del periodo considerado y del lugar. La investigación sugiere que nunca será factible hacer predicciones fiables sobre su intensidad.
Científicos de la Universidad de Islas Baleares han desarrollado una nueva metodología para mejorar la predicción entre 48 y 24 horas antes de los ciclones que ocurren en el Mar Mediterráneo. Los investigadores han aplicado un cálculo estadístico de sensibilidades de la atmósfera real para predecir los ciclones desde una perspectiva climatológica precisa y de bajo coste.