Un equipo de científicos, con participación del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, ha analizado los restos del yacimiento Nahal Mahamayyem Outlet, a orillas del río Jordán. Los resultados demuestran un uso intensivo de artilugios para actividades relacionadas con la carnicería en este lugar.
Las víctimas fueron cinco adultos y cuatro niños, según los huesos hallados en una cueva de la Alta Ribagorza aragonesa. No se conoce la identidad de los atacantes, pero los restos revelan que asesinaron con extrema violencia a los familiares de los pastores del Neolítico por disputas territoriales o robo de ganado o de mujeres.
Un proyecto internacional denominado ArchaeoGLOBE reconstruye cómo se han usado los suelos en todo el mundo desde la revolución neolítica y su impacto en los ecosistemas. Los datos revelan un planeta intensamente transformado por cazadores-recolectores, agricultores y pastores hace ya 3.000 años, mucho antes de lo propuesto tradicionalmente
Los equipos de monitorización de seísmos son capaces de percibir las vibraciones del suelo que producen los elefantes al caminar o vocalizar. Un nuevo estudio sugiere que con este sistema se podrían detectar los cambios en el comportamiento de los paquidermos ante un peligro para combatir a sus cazadores.
La mezcla y la integración de cazadores-recolectores locales y los primeros agricultores neolíticos llegados desde Oriente Próximo a la península ibérica fue más rápida de lo que se pensaba. Así lo revela un estudio internacional, que ha permitido analizar la compleja interacción de linajes de ADN antiguo de diferentes orígenes hace entre 5.500 y 4.500 años a.C., y cuya intensidad se mantuvo a lo largo del Neolítico.
El mayor estudio paleogenético realizado hasta la fecha, que ha contado con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha permitido recuperar y analizar 180 genomas de Hungría, Alemania y España de hace entre 8.000 y 4.000 años. Los resultados revelan que los primeros agricultores se entrecruzaron con los cazadores locales durante miles de años y que el proceso de neolitización del continente europeo fue más complejo de lo que se pensaba hasta ahora.
Durante el Paleolítico los asentamientos de cazadores y recolectores de las Muntanyes de Prades recorrían hasta 22 km para obtener las materias primas de sus herramientas. Esta es la principal conclusión de un estudio que ha aplicado un nuevo método de investigación desarrollado por el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social para determinar la abundancia de recursos en un territorio.
Hace unos 8.000 años, las sociedades de cazadores-recolectores empezaron a asentarse gracias a la influencia de los agricultores que llegaron a Europa desde Oriente Próximo. Pero la transición no solo fue cultural. Un nuevo estudio, que ha analizado ADN antiguo, revela que entre estos dos grupos no solo hubo intercambio de conocimientos, sino también de genes.
Una investigación de la Universitat Rovira i Virgili y el Instituto Catalán de Paleoecologia Humana y Evolución Social (IPHES) revela que los humanos del Paleolítico Superior reciclaban sus artefactos de piedra para nuevos usos. El estudio se basa en artefactos quemados hallados en el yacimiento de Molí del Salt en Tarragona.