Los cantos de las aves no suelen variar tan fácilmente, pero un equipo de científicos canadienses ha registrado un caso único con ayuda ciudadana. En 20 años, los gorriones de garganta blanca han ‘viralizado’ una rara canción que termina con dos notas en lugar de la tradicional de tres, y que ha recorrido más de 3.000 km desde el oeste hasta el este de Canadá.
Un equipo internacional de científicos ha creado el programa bioinformático DarwinTunes para demostrar el papel del oyente en la evolución de las melodías. Como en la teoría de las especies, sobrevive la que mejor se adapta, es decir, la más escuchada.