Investigadores de Suiza y España han realizado el llamado ‘experimento de Bell libre de loopholes’ con circuitos superconductores, la base de los ordenadores cuánticos actuales más avanzados. Mediante generadores de números aleatorios superrápidos, han logrado que objetos situados en diferentes lugares se comporten como si fueran un solo sistema.
Investigadores del instituto QuTech (Países Bajos) han conseguido por primera vez transferir bits cuánticos en una red desde un nodo a otro sin que tengan conexión directa. Se utiliza un tercero para facilitar su entrelazamiento. Según los autores, este avance supone un paso importante hacia la futura internet cuántica.
El Gobierno de España ha impulsado la creación de un ecosistema de computación cuántica en el país, denominado Quantum Spain, con una inversión inicial de 22 millones de euros para este año. En el proyecto participan 25 centros de 14 comunidades autónomas coordinados desde el centro BSC-CNS en Barcelona, donde está previsto que opere un primer chip de dos cúbits a finales de 2022.
Dos equipos científicos de Australia y Países Bajos han construido plataformas de computación cuántica a temperaturas hasta 15 veces superiores a las que operan las actuales de Google o IBM. Por primera vez han logrado controlar bits cuánticos en silicio por encima de un kelvin, lo que supone un gran avance en el desarrollo de procesadores más grandes y potentes.
Comportamientos tan propios de los sistemas vivos, como nacer, interaccionar, mutar, autorreplicarse y morir se pueden reproducir en el mundo cuántico. Investigadores de la Universidad del País Vasco han diseñado un algoritmo cuántico de vida artificial que sigue las leyes evolutivas de Darwin, y lo han puesto en marcha en el ordenador IBM QX4 a través de la nube, codificando en forma de cúbits el genotipo y el fenotipo de los organismos cuánticos.