Aunque la llamada fuente OP 313 se conocía a bajas energías, el primer telescopio LST del Cherenkov Telescope Array Observatory en La Palma (Canarias) la ha registrado por encima de los 100 gigaelectronvoltios, un nivel de energía mil millones de veces mayor que la luz visible que los humanos pueden percibir. Se trata del AGN o núcleo galáctico activo más distante observado hasta ahora.
La metodología, desarrollada con la participación de investigadores del Instituto Cajal, ha permitido observar que el tejido cortical que aún muestra actividad en un encefalograma, puede, en realidad, estar sufriendo ya la muerte irreversible de las capas neuronales más superficiales tras un ictus o una hemorragia intracraneal. Los hallazgos replantean los criterios y quizá la praxis en el seguimiento y tratamiento de este tipo de accidentes.