Rediseñar una vida con nuevas potencialidades modificando su código genético podría ser la trama de una película de ciencia ficción. Ahora, un equipo de la Universidad de Harvard ha logrado ‘hackear’ el ADN de la bacteria Escherichia coli reduciendo de 64 a 57 el número de codones. Un organismo recodificado podría tener funcionalidades jamás vistas en la naturaleza y ahorrar gastos en la industria farmacéutica, dicen los autores.
Una investigación del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona propone una explicación a por qué el código genético, el diccionario que usan todos los seres vivos para traducir los genes a proteínas, dejó de crecer hace 3.000 millones de años. La razón se halla en la estructura de los ARN de transferencia, las moléculas centrales en la traducción de genes a proteínas.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad de Tor Vegata de Roma han estudiado el ADN del azafrán, la especia más cara del mundo, mediante el análisis de su código genético. Así han diseñado un sistema capaz de discriminar y certificar su autenticidad.
El guisante es una de las especies más importantes en agricultura con el que no se han utilizado técnicas de modificación genética basadas en Agrobacterium. Ahora, un equipo de investigación acaba de descubrir que el primer instrumento genético de alto rendimiento basado en el método forward y reverse para el guisante (Pisum sativum), podría ser de gran utilidad para los agricultores de esta legumbre. El hallazgo ha sido publicado en el diario Genome Biology.