Investigadores de Reino Unido han observado que estos perros, que se caracterizan por su nariz y hocico achatados y cuerpo rechoncho, están más predispuestos a desarrollar ciertas patologías, como enfermedades respiratorias y oculares, que los de otras razas. En su estudio señalan que si los estándares físicos de estos canes no se redefinen para lograr rasgos más moderados, debería interrumpirse su cría.