Los briozoos son invertebrados acuáticos y coloniales que pueden formar esqueletos mineralizados. Investigadores de la Universidad de Barcelona, del Instituto Español de Oceanografía y del Instituto Nacional de Investigación Acuática y Atmosférica de Nueva Zelanda han hallado en las profundidades del Atlántico sur veinte especies nuevas y dos géneros de estos seres vivos. El descubrimiento que contribuye a un mayor conocimiento de la biodiversidad de los invertebrados marinos en estas aguas.
La barrera oceanográfica del frente polar no es tan impenetrable para los briozoos del océano Austral como se pensaba hasta ahora, según un estudio que lidera la Universidad de Barcelona. El nuevo trabajo presenta el inventario más completo realizado hasta la fecha sobre la distribución espacial de los briozoos de aguas poco profundas en las islas Malvinas y las Georgias del Sur.
Las regiones antárticas son laboratorios naturales para estudiar la biodiversidad y el impacto del cambio climático. En la Antártida, algunos ecosistemas marinos son especialmente vulnerables a la acidificación del océano, causada por un exceso de emisiones de CO2 a la atmósfera. Estudiar los briozoos antárticos –invertebrados marinos que viven en colonias y forman esqueletos mineralizados– puede abrir nuevas perspectivas para comprender los efectos globales de la acidificación en los océanos.
Favosipora purpurea, una de las nuevas especies de briozoos descubierta en la isla de Madeira. / Javier Souto et al.
La isla portuguesa de Madeira es considerada un punto caliente de diversidad de briozoos, organismos coloniales principalmente marinos. Sin embargo, no se había empezado a documentar la fauna de estos pequeños animales hasta hace poco. Ahora, un equipo de científicos españoles y portugueses ha descubierto dos nuevas especies de briozoos y otra que, hasta el momento, solo se había encontrado en aguas de Rio de Janeiro (Brasil).